Gregorio Fernández
Imaginero español
Gregorio Fernández nació en Sarria, Lugo, (Galicia) en abril del año 1576.
Se cree que fue hijo de un escultor que vivió en Sarria entre 1573 y 1583.
Su madre se casó dos veces, siendo él fruto de su primer matrimonio; su hermanastro Juan Álvarez del segundo, fue ayudante en su taller.
Sobre 1600 o 1601 se radicó en Valladolid.
Tenía veinticuatro años, práctica en el oficio y entró en el taller de Francisco del Rincón, por entonces el escultor más prestigioso de la ciudad. En 1605 abrió su propio taller.
A la muerte de su maestro (16 de agosto de 1608) tuteló y enseñó el oficio a su hijo mayor, Manuel de Rincón.
Antes de iniciar sus trabajos oraba y se sometía a penitencia.
Considerado máximo exponente de la escuela castellana de escultura, su obra refleja un gran naturalismo, como se aprecia en los desnudos de los pasos de Semana Santa.
Demostró una notable destreza en la aplicación de la policromía, dotando de gran realismo heridas y golpes.
Entre sus obras destacan El Cristo de la Luz, La Piedad y El Cristo yacente o del Pardo.
Contrajo matrimonio con María Pérez Palencia en 1605. En 1607 nació su hija Damiana, quien se casó cuatro veces, dos de ellas con escultores del taller de su padre.
Fue venerado por su virtud y benevolencia, recogiendo en su hogar a muchos desvalidos.
Gregorio Fernández falleció el 22 de enero de 1636 en Valladolid.